Los vinos nobles, una categoría de elixires que despiertan la imaginación y los sentidos, representan una parte destacada del universo vinícola. Estos vinos, con su distinción y refinamiento, son el resultado de procesos únicos y condiciones especiales que otorgan a cada uno un carácter singular y memorable.
En este recorrido por los vinos nobles, exploraremos algunas de las joyas más preciadas del mundo vinícola, desde los legendarios Oporto, Tokaji y Sauternes hasta los exóticos vinos de hielo. Además, destacaremos el vino rancio, una novedad presentada en Vinoble 2024, que promete encandilar a los paladares más exigentes.
Tokaji: El Oro Líquido de Hungría
Los vinos Tokaji Aszú, procedentes de la región de Tokaj en Hungría, son conocidos por su dulzura, complejidad y longevidad. Su historia se remonta al menos al siglo XVII. Es un vino con una rica herencia cultural y una reputación que trasciende las fronteras de Hungría. Incluso el rey Luis XIV de Francia lo llamó "el rey de los vinos y el vino de los reyes". Elaborados principalmente con la uva Furmint pero también con otras variedades como Hárslevelű o Moscatel también afectadas por la podredumbre noble (botrytis cinerea), estos vinos exhiben aromas intensos de miel, albaricoque y especias. La característica más distintiva del Tokaji es su método de producción, que implica la fermentación de uvas pasificadas y su posterior mezcla con vino blanco seco, lo que resulta en un vino dulce excepcionalmente concentrado y equilibrado por una punzante acidez.
Sauternes: Elegancia Francesa en una Copa
Originarios de la región de Burdeos, en Francia, los vinos de Sauternes son reconocidos por su elegancia y sofisticación. Su reputación y clase mundial son indiscutibles. Desde Château d'Yquem, uno de los productores más prestigiosos del mundo, hasta pequeñas bodegas familiares, la región de Sauternes produce algunos de los vinos dulces más exquisitos y codiciados del planeta. Elaborados principalmente con las variedades Sémillon, Sauvignon Blanc y Muscadelle, estos vinos adquieren su dulzura característica gracias a la podredumbre noble que afecta a las uvas como consecuencia de las características nieblas matutinas otoñales. Con sus aromas a miel, membrillo y caramelo, los Sauternes son el complemento perfecto para quesos azules y foie-gras.
Vinos de Hielo: El Arte de la Congelación Natural
Los vinos de hielo son una rareza vinícola que se produce en regiones con inviernos extremadamente fríos, como Canadá y Alemania. Durante la cosecha, siempre y cuando las temperaturas alcancen los 8 grados centígrados negativos durante al menos 8 horas, las uvas se dejan congelar en la vid que, al prensarse y separar el agua congelada, el mosto concentra el azúcar, la acidez y todos los compuestos aromáticos. Este proceso de congelación natural da como resultado vinos intensamente dulces a la par que delicados, con notas de frutas tropicales, miel y especias. Variedades como Vidal en Canadá o Riesling en Alemania producen la gran mayoría de vinos de hielo en el mercado, verdaderas joyas vinícolas con precios acordes a la dificultad en su elaboración y escasa producción.
Oporto: El Tesoro de Portugal
El vino de Oporto, originario del valle del Douro en Portugal, es uno de los estilos de vino más reconocidos del mundo. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando los comerciantes británicos descubrieron que agregar brandy al vino durante la fermentación lo hacía más estable para el transporte. Elaborado principalmente con las variedades Touriga Nacional, Touriga Franca y Tinta Roriz, este vino fortificado con aguardiente se produce en diferentes estilos. Desde los vibrantes Ruby hasta los Vintage más estructurados y perfilados para mejorar en botella, pasando por los inmortales Tawny, sin olvidar los blancos o rosados. Con su sabor a frutas maduras, flores silvestres, regaliz y especias, el Oporto es el acompañamiento perfecto para postres de chocolate y quesos azules como Stilton.
Vino Rancio: La Nueva Joya de Vinoble 2024
Presentado como una novedad en Vinoble 2024, el vino rancio es una fascinante adición al mundo de los vinos nobles. Originario del Mediterráneo español y francés y elaborado con diferentes tipos de Garnachas, este estilo se caracteriza por su proceso de oxidación controlada en botas de roble (u otras maderas) durante años, que le confiere un sabor único y complejo. Esta exposición prolongada al oxígeno transforma gradualmente el vino, creando un perfil de sabor que es a la vez intenso y delicado. Bien en estilo seco o con azúcar residual y con notas de frutos secos, caramelo y madera de caoba, el vino rancio es una experiencia sensorial incomparable, vinos de contemplación que cautivarán a los aficionados más aventureros.
Un ejemplo de vino rancio que merece especial mención es el Vi Ranci Gramona Batlle, fruto de una solera iniciada a finales del siglo XIX, el cual servía para abastecer a las tabernas de Barcelona que tenían en posesión. En 1910, Josep Gramona traspasa las tabernas y su hijo Bartomeu traslada la solera completa al Celler Batlle de Sant Sadurní d’Anoia, el mismo lugar donde se encuentra hoy en día. Este vino se comenzó a usar como licor de expedición de los vinos espumosos de la marca Gramona, técnica todavía usada en la actualidad y que ponen el sello a un estilo familiar sin paralelos.
En conclusión, los vinos nobles ofrecen un universo fascinante de sabores, aromas y texturas que reflejan la diversidad y la riqueza del mundo vinícola. Desde los clásicos Oporto, Tokaji y Sauternes hasta las innovadoras propuestas como el vino rancio y los vinos de hielo, cada uno de estos elixires es una obra maestra enológica que merece ser apreciada. Explorar el mundo de los vinos nobles es embarcarse en un viaje lleno de sorpresas y descubrimientos, donde cada copa es una ventana a la historia y la cultura de una región.