Descripción del producto
La herencia de la solera de la familia Gramona, empieza a finales del s.XIV. Un vino con carácter, fruto de la paciencia de varias generaciones que hoy ve la luz. La recuperación de un tesoro familiar y un tributo a los que han formado y forman parte de esta saga centenaria.
En 1900 la familia Gramona vendía vino en sus tabernas de Barcelona y lo conservaba en barricas de 600 litros de madera de castaño. Al inicio de la década de 1910 la familia traspasó las tabernas, entonces Bartomeu Gramona se lleva las soleras a la bodega, el Celler Batlle de Sant Sadurní, donde las juntó a las soleras propias de Pau Batlle, su suegro. Bartomeu, al empezar a elaborar vinos espumosos, utilizó el vino de estas soleras como licor de expedición.
Durante las décadas de 1950 y 1960, Josep Lluís Gramona Batlle compró y recuperó pequeñas producciones de vino rancio de viticultores del Penedés que podían llegar a estropearse por falta de mantenimiento. Actualmente, el sistema de vino rancio está formado por cinco soleras dinámicas diferentes.
En mayo de 2019 Josep Luis y Roc Gramona, 4ª y 6ª generación, deciden el cupaje de esta primera saca que finalmente en 2024 se comercializa en pequeñísimas cantidades.