Vino de licor dulce trasañejo resultante de la mezcla de vinos tiernos, naturalmente dulces y olorosos viejos, todos ellos procedentes de la variedad de uva Pedro Ximénez.
Crianza oxidativa durante más de 30 años en botas de roble americano, por el sistema de criaderas y soleras. El embotellado actual procede del corte 18.
Color opaco, oscuro con matices yodados.
Aromas de pasas, regaliz, con notas de torrefacción, frutos secos y café.
En boca denso, untuoso, largo y potente.