Despalillado, molturación, prensado en neumática, fermentación controlada hasta agotar azúcares. Se alcanza, aproximadamente, unos 15º de alcohol natural. Encabezado hasta 20% vol. y se edulcora hasta 30 g/l en azúcares utilizando tierno Pedro Ximénez. Crianza oxidativa por el sistema de criaderas y solera durante 10 años en botas de roble americano.
Color entre ambarino y topacio con fondos cobrizos y reflejos yodados. Limpio y brillante. En nariz aroma de crianza oxidativa, con recuerdos de maderas nobles y frutos secos (avellanas y nueces).
En boca suave, potente, abocado. Madera bien integrada.